RELACIÓN DE LA SELECCIÓN DE ALIMENTOS CON PERSEPCIÓN SENSORIAL
El deseo de ingerir alimentos tienen implicación psicológica, eso es ya conocido; sin embargo es necesario conocer su regulación fisiológica.
RECEPTORES
Los receptores, son proteínas presentes generalmente en la periferia de las membranas celulares, estos permiten la asociación de moléculas especiales y especificas para llevar a cabo cierta función biológica, física pero particularmente química a nivel celular y esta a su vez permitir reacciones a nivel sistemico y que de está manera permiten llegar a nivel cerebral, para ser este quien lo transforme en señales a los cuales el cuerpo humano deberá responder en cuestión de segundos.
PROPIEDADES ORGANOLÉPTICAS Y LOS SENTIDOS
Las propiedades organolépticas de los alimentos en suma con las percepciones que se reciben a través de los sentidos, tienen una implicación importante en la regulación fisiológica de la alimentación.
La mente, el subconsciente tiene registrados características y presentaciones de ciertos alimentos ya conocidos o consumidos comúnmente, por ello, solemos rechazar cualquier alimento que este lejos de las características y presentaciones que ya conocemos. Solemos rechazar lo desconocido porque lo asociamos automáticamente como algo negativo o poco agradable, por otra parte, sentimos atracción por aquello que nuestros sentidos ya tienen registrado, eso nos da confianza y determinación de acción y en este caso, de selección de alimentos.
Los receptores sensoriales que se encuentran ubicados en la nariz y boca, son unos de los primeros filtros por los que pasan los alimentos antes de ser ingeridos, previamente el sentido de la vista ya se encargo de asociar dicho alimento con aceptación o rechazo inmediato, antes de que su sentido del gusto este de acuerdo con ello.
La importancia a pesar de lo anterior, es importante, pues ya se tienen clasificadas ciertas características de alimentos que los hacen viables, es decir, ya es bien conocido que un aspecto verdoso y pegajoso de la carne inmediatamente nos indica que ese alimento no es apto para ser ingerido, en comparación con una textura firme y apariencia característica de la carne, como el color rojo.
Indiscutiblemente, existe una relación estrecha entre algunos pares de sentidos, por ejemplo, sin el sentido del olfato, el sentido del gusto no se percibe; por otra parte, para determinar la textura de algún alimento, se encuentra relacionado el tacto y de más criterios para determinar dicha textura, por otra parte el sentido del oído, de no estar presente no sabríamos detectar el crujir o la suavidad de un alimento.
Por otra parte, contamos también con los nociceptores, receptores del dolor. Sin la presencia de estos, no se podría percibir la sensación del dolor al tras una quemadura por la presencia de un alimento caliente, por ejemplo.
Los receptores sensoriales que se encuentran ubicados en la nariz y boca, son unos de los primeros filtros por los que pasan los alimentos antes de ser ingeridos, previamente el sentido de la vista ya se encargo de asociar dicho alimento con aceptación o rechazo inmediato, antes de que su sentido del gusto este de acuerdo con ello.
La importancia a pesar de lo anterior, es importante, pues ya se tienen clasificadas ciertas características de alimentos que los hacen viables, es decir, ya es bien conocido que un aspecto verdoso y pegajoso de la carne inmediatamente nos indica que ese alimento no es apto para ser ingerido, en comparación con una textura firme y apariencia característica de la carne, como el color rojo.
Indiscutiblemente, existe una relación estrecha entre algunos pares de sentidos, por ejemplo, sin el sentido del olfato, el sentido del gusto no se percibe; por otra parte, para determinar la textura de algún alimento, se encuentra relacionado el tacto y de más criterios para determinar dicha textura, por otra parte el sentido del oído, de no estar presente no sabríamos detectar el crujir o la suavidad de un alimento.
Por otra parte, contamos también con los nociceptores, receptores del dolor. Sin la presencia de estos, no se podría percibir la sensación del dolor al tras una quemadura por la presencia de un alimento caliente, por ejemplo.
SENTIDO DEL GUSTO
Las papilas gustativas que se encuentran en la lengua son realmente las encargadas de percibir los sabores, sobre todo el sabor dulce y el salado; por otra parte, el paladar es más sensible para los sabores amargos y ácidos.
Con la edad, estas papilas gustativas van perdiendo capacidad para identificar sabores pues disminuye su capacidad de regeneración. Estas células que se encuentran dentro de las papilas tienen una vida media de 250 horas, sin embargo suele usarse la terapia con zinc para devolver la sensibilidad del gusto, lo cual suele prescribirse en adultos mayores.